Qué es, etapas y acuerdos
Mediación familiar
La mediación familiar es un proceso voluntario, imparcial, neutral y confidencial para resolver conflictos (divorcio, custodia, herencias, convivencia) mediante el diálogo guiado. Con la ayuda de un abogado mediador, las partes generan soluciones propias y alcanzan acuerdos claros y aplicables, evitando el desgaste del litigio judicial.
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¿Qué es la mediación familiar?
La mediación familiar es un método estructurado de resolución de conflictos familiares en el que un mediador neutral facilita la comunicación entre las partes para que sean ellas mismas —no un juez— quienes tomen decisiones informadas. El mediador crea un espacio seguro para que cada persona exponga sus necesidades, intereses y límites, y acompaña en la generación de opciones hasta construir acuerdos realistas y sostenibles.
Principios esenciales:
Voluntariedad: nadie está obligado a permanecer; puedes retirarte si no te sientes cómodo.
Imparcialidad y neutralidad: el mediador no toma partido por ninguno de los cónyuges ni familiares.
Confidencialidad: lo tratado no se divulga; las sesiones no se graban y la información queda protegida.
Orientación a acuerdos: se trabaja para cerrar compromisos claros, verificables y aplicables.
¿En qué se diferencia del divorcio contencioso?
En el litigio, el juez decide; en mediación, decidís vosotros. Esto suele traducirse en menos tensión, menor coste, rapidez y mejor cumplimiento de lo pactado. Si tu caso ya está judicializado, la mediación puede complementar e incluso acelerar una solución pactada.
¿Cuándo no procede la mediación?
Aunque es muy útil, la mediación no siempre es adecuada. En general, no procede cuando existen:
Violencia de género con medidas de protección o indicios que comprometen la seguridad de una parte.
Riesgo o desprotección de menores que aconsejen intervención urgente.
Falta de voluntad clara de alguna parte para dialogar o desequilibrios graves de poder que impidan negociar en igualdad.
Necesidad de medidas cautelares inmediatas (por ejemplo, protección de bienes o personas).
Si te reconoces en alguno de estos supuestos, podemos orientarte sobre vías alternativas y medidas de protección.
Etapas del proceso de mediación
La metodología está pensada para avanzar con orden, claridad y respeto. Estas son las fases habituales:
1) Sesión informativa
Primera toma de contacto para explicar cómo funciona la mediación, revisar la situación y confirmar si es el camino adecuado.
Qué se trata:
Reglas de confidencialidad y respeto.
Expectativas, objetivos y temas a mediar (custodia, plan de parentalidad, bienes, herencias…).
Cronograma y próximos pasos.
Qué te llevas: una visión realista del proceso, tiempos estimados y un plan de trabajo inicial.
2) Sesiones conjuntas
Reuniones con ambas partes para:
Identificar intereses (lo que cada uno necesita) más allá de las posiciones (“quiero X”).
Definir la agenda: custodia y régimen de visitas, gastos, vivienda, división de bienes, etc.
Explorar opciones y evaluar su viabilidad jurídica y práctica (coherencia con la vida real).
Técnicas habituales: escucha activa, reformulación, búsqueda de zonas de acuerdo y gestión del diálogo.
3) Caucus (reuniones individuales)
Cuando hay bloqueos o temas sensibles, se realizan sesiones privadas y confidenciales con cada parte.
Objetivos:
Bajar la tensión y gestionar la emoción.
Explorar intereses y alternativas con más libertad.
Preparar el retorno a la mesa conjunta con propuestas concretas.
4) Redacción de acuerdos
Con las bases consensuadas, se redacta un documento de acuerdos claro, concreto y verificable.
Buenas prácticas:
Lenguaje comprensible.
Calendarios detallados (visitas, vacaciones, festivos).
Importes, plazos y responsabilidades definidos.
Mecanismos de seguimiento y revisión si cambian las circunstancias.
Enlaces útiles:
5) Firma y vías de formalización
Según el asunto, los acuerdos pueden:
Firmarse como documento privado entre las partes.
Elevarse a público ante notario (determinados supuestos).
Solicitar homologación judicial (p. ej., medidas de menores).
Te asesoraremos sobre la vía adecuada para dar validez y seguridad jurídica a lo pactado.
Más información: Mediación en divorcio
¿Qué asuntos se pueden mediar?
La mediación es versátil y puede abordar la mayoría de conflictos familiares. Estos son los más comunes:
Custodia y régimen de visitas
Custodia compartida o exclusiva y acuerdos concretos.
Calendario de visitas: fines de semana, entre semana, vacaciones escolares y festivos.
Canales de comunicación entre progenitores y con los menores.
Protocolos para incidencias (enfermedades, cambios de última hora).
Profundiza en: Custodia compartida y acuerdos
Plan de parentalidad
Documento que concreta cómo se va a ejercer la pareja parental tras la ruptura:
Toma de decisiones sobre salud y educación.
Gastos ordinarios y extraordinarios.
Actividades extraescolares, cumpleaños, viajes.
Normas de respeto y resolución de incidencias.
Más detalles: Mediación parental y plan de parentalidad
División de bienes y vivienda
Reparto de bienes (cuentas, vehículos, muebles, inversiones).
Uso y disfrute de la vivienda familiar (temporal o alterno).
Gestión de deudas y cargas.
Límites y plazos para ventas o adjudicaciones.
Convenio regulador amistoso
Si estáis en proceso de separación o divorcio, la mediación ayuda a construir un convenio regulador completo:
Medidas de custodia, visitas y pensiones.
Reparto de bienes y cargas.
Compromisos de comunicación y prevención de conflictos.
Guía práctica: Convenio regulador amistoso
Herencias y mediación intergeneracional
Reparto de inmuebles, ahorros y legados, uso y mantenimiento.
Conflictos entre hermanos o entre generaciones (viviendas, negocios familiares).
Acuerdos para la gestión y venta de bienes.
Más info: Herencias: mediación familiar
Beneficios para la familia
Reduce la tensión y ayuda a manejar el trauma de la ruptura con acompañamiento profesional.
Promueve el diálogo y el respeto entre cónyuges y familiares.
Favorece el bienestar del niño, al bajar el conflicto y priorizar sus necesidades.
Ahorra tiempo y coste frente a procedimientos contenciosos.
Genera acuerdos realistas que se cumplen mejor porque han sido construidos por las partes.
Abogado mediador vs. mediador no abogado
Ambas figuras comparten la imparcialidad y la neutralidad. Las diferencias principales están en el enfoque:
Abogado mediador
Aporta visión jurídica preventiva para que lo acordado sea viable y homologable.
Ayuda a redactar cláusulas claras y seguras.
Detecta riesgos legales y sugiere alternativas que los minimicen.
Mediador no abogado
Foco mayor en el proceso comunicativo y la gestión emocional.
Útil en conflictos donde lo jurídico no es complejo.
En mediación en divorcio y asuntos con implicaciones legales (custodia, plan de parentalidad, división de bienes), contar con un abogado mediador facilita acuerdos sólidos y una formalización más fluida.
Puedes asistir acompañado de tu propio abogado si lo deseas.
Duración y precios
La duración depende de la complejidad y de la voluntad de avanzar. Como referencia orientativa:
Sesiones de aproximadamente 60–90 minutos.
Procesos que suelen resolverse en 2 a 5 sesiones para temas de custodia y convenio, y más si hay patrimonio complejo o herencias.
Modelos de precio habituales
Tarifa por sesión.
Packs para varias sesiones con redacción de acuerdos.
Presupuesto cerrado en casos bien acotados.
Transparencia total en la primera sesión. Si finalmente no hay acuerdo, te explicaremos las alternativas y qué parte del trabajo puede aprovecharse.
Consulta detalles en Precios de mediación.
Mediación 100% online y confidencial
Atendemos por videoconferencia segura; las sesiones no se graban y la confidencialidad está protegida.
Ventajas:
Comodidad y rapidez para coordinar agendas.
Posibilidad de participar desde distintas ciudades o países.
Firma digital y envío seguro de documentos.
Requisitos mínimos: conexión estable, lugar tranquilo y un dispositivo con cámara.
Más información: Mediación online.
Glosario básico
Caucus: reunión individual y confidencial con cada parte para destrabar bloqueos.
Convenio regulador: documento que ordena medidas tras separación o divorcio (custodia, visitas, pensiones, vivienda, bienes).
Homologación judicial: aprobación por el juzgado de un acuerdo para darle fuerza ejecutiva.
Plan de parentalidad: reglas prácticas para el ejercicio de la pareja parental (comunicación, decisiones, gastos, calendarios).
Confidencialidad: deber profesional de no divulgar lo tratado en mediación.
Preguntas frecuentes
¿Qué es la mediación en un divorcio?
Es un proceso voluntario y confidencial en el que un mediador imparcial facilita el diálogo entre los cónyuges para alcanzar acuerdos sobre custodia, pensiones, visitas y división de bienes.
¿Cuándo no es posible la mediación familiar?
Cuando hay medidas por violencia de género, riesgo para menores, falta de voluntad de una parte o desequilibrios que impidan negociar en igualdad. Si es tu caso, te orientamos sobre alternativas seguras.
¿Se puede mediar con un procedimiento judicial en marcha?
Sí. La mediación puede complementar el proceso, facilitar un acuerdo y solicitar después su homologación cuando proceda.
¿Cuál es la diferencia entre un abogado mediador y un mediador no abogado?
El abogado mediador suma visión jurídica para redactar acuerdos viables y homologables; el mediador no abogado se centra más en el proceso comunicativo. Ambos son neutrales.
¿Puedo asistir con mi propio abogado?
Sí. Puedes acudir acompañado para resolver dudas jurídicas durante el proceso.
¿Qué ocurre si la otra parte no quiere mediar?
La mediación es voluntaria. Valoraremos alternativas: invitación formal a mediación, negociación asistida o, en su caso, la vía judicial.
¿Cuánto cuesta y qué incluye?
Ofrecemos tarifa por sesión y packs con redacción de acuerdos
¿Participan los hijos o menores?
En general, no participan en sesiones conjuntas. Se valora su interés superior y pueden considerarse fórmulas específicas según la normativa y el caso (p. ej., escucha del menor a través de profesionales).
¿Cómo se formaliza el acuerdo?
Mediante documento privado, elevación a público ante notario o homologación judicial, según el contenido.